¿Los rebeldes nacen o se hacen?Todos tenemos recuerdos memorables de nuestros años de juventud en la universidad, que para bien o para mal, marcaron nuestras vidas y proyectaron nuestro futuro.En aquel tiempo yo era otra, más joven, más bonita, más tímida, más amable, era muchísimo más presumida y también más confiada. Pero la diferencia visible: fue esa época que marcó un antes y un después en mi posteridad.Tuve significativos cambios durante la década de los 90, mi vida perfecta que hasta ese momento había construido mi madre, con los años y las malas decisiones por mi falta de experiencia y mi independencia temprana en años de universidad; alejaron la realidad de un cuento de hadas que mantenía proyectada en mi cerebro durante años…transportándolo a la realidad, con grandes crisis existenciales durante mis primeros años de estudios y abruptos cambios que traerían irreversibles consecuencias.Mi carácter bastante tímido progresivamente comenzó a formarse, mi apacible imagen de niña buena y frágil, comenzó a exponer mis primeros signos de rebeldía y desobediencia frente al sistema, a las injusticias que no obedecían a mis valores, fue así como poco a poco comencé a pensar diferente y a moldear mi personalidad.Según los mitos urbanos, la rebeldía va acompañada de vestimenta extravagante, tatuajes, agresividad o excesos, pero va más allá de la apariencia, es una ideología diferente, que no necesariamente se complementa con una apariencia física opuesta, para romper un esquema social.Descubrí, que existen dos tipos de personas rebeldes, aquéllas que se encuentran en una etapa de la vida donde la rebeldía efímera es solo protagonista durante su adolescencia, pero desaparece fulminantemente cuando se convierten en adultos y aquellas personas que poseemos un espíritu libre, rebelde e inquieto que nos acompaña durante toda la vida; quienes solemos convertirnos en grandes artistas o lideres capaces de imponer nuevas formas de expresividad en cada género que desarrollamos. Podemos tener muchos adeptos pero también muchos enemigos, que nos rechazan sólo por pensar diferente y manifestarnos en contra de las estructuras sociales; de esta categoría me empodere, con los años aprendí a luchar por mis ideales para cumplir cada uno de mis sueños y convertirlos en realidad.Las personas rebeldes por naturaleza, solemos ser individuos de una gran seguridad en sí mismos e inconformistas con el sistema: siempre deseamos ir más allá de nuestros límites y de aquéllos que nos imponga la sociedad. [No es malo ser rebelde, muy por el contrario de la antagónica opinión de la autoridad conservadora; si condicionamos nuestro carácter a producir un impacto positivo y lo convertimos en un buen referente a seguir, podemos crear nuestro propio alma máter]En este grupo podríamos mencionar a muchísimos artistas que gracias a esa rebeldía fueron capaces de crear estilos e imponer nuevas tendencias en cada disciplina que se encontraban explorando. Muchos espíritus rebeldes son creativos y, por ende, imprescindibles para la evolución del arte, la política, la filosofía, las ciencias o la expresión cultural a lo largo de la historia.Un espíritu rebelde, no soporta todo aquello que se le desea imponer, rechazan los valores tradicionales buscando su propio camino contra aquellas normas que se consideran fundamentales. Suelen ser muy autocríticos e inteligentes, convirtiéndose en grandes mentores, iconos, generando tendencias e inspirando generaciones, incluso algunos pueden rechazar los estudios académicos para auto educarse e intentar alcanzar el objetivo que desea por un sendero no tradicional.[La mejor vida no es la más duradera, sino, más bien aquella que está repleta de buenas acciones] (Marie Curie)libro@missrebel.clwww.missrebel.cl@missrebel#missrebel